¿Qué es el insomnio?
El insomnio es un trastorno del sueño que interfiere en el descanso y afecta tanto a la cantidad como a la calidad del sueño.
Puede manifestarse de diferentes formas, según el momento en el que surge la dificultad para dormir:
- Insomnio de conciliación: dificultad para quedarse dormida al inicio de la noche.
- Insomnio de mantenimiento: despertares frecuentes durante la noche o problemas para volver a dormir.
- Insomnio terminal: despertar precoz, mucho antes de lo previsto.
Este problema no solo afecta a las horas de sueño, sino que provoca alteraciones durante el día como fatiga, irritabilidad y menor rendimiento.
Se estima que entre el 6% y el 10% de la población padece insomnio crónico, y que hasta un tercio de las personas experimenta en algún momento problemas de conciliación o mantenimiento del sueño.
Síntomas del insomnio
Los síntomas del insomnio no se limitan a la noche. Un tratamiento eficaz debe atender a todas sus manifestaciones. Entre los más frecuentes encontramos:
- Síntomas nocturnos: sonambulismo, sudoración, pesadillas o sueños agitados.
- Sensación de sueño no reparador: despertarse sin descansar, aunque se haya dormido muchas horas.
- Cansancio o somnolencia diurna: falta de energía y necesidad constante de descansar.
- Despertar muy temprano sin poder volver a dormir.
- Preocupación excesiva por dormir mal: ansiedad anticipatoria que empeora el insomnio.
- Dificultades de concentración y problemas para tomar decisiones.
- Despertares frecuentes sin motivo aparente.
- Dificultad para conciliar el sueño por exceso de actividad mental.
Recomendaciones para combatir el insomnio
Mantener una buena higiene del sueño es clave para prevenir y tratar el insomnio. Aquí tienes hábitos respaldados por la psicología del sueño:
- Acuéstate solo cuando tengas sueño: evita asociar la cama con dar vueltas sin dormir. Si no concilias en 15 minutos, levántate, haz algo relajante y vuelve a intentarlo.
- Leer antes de dormir: con luz tenue y en un espacio tranquilo.
- Evita pantallas antes de dormir: la luz azul de móviles, tablets y TV altera el ciclo circadiano.
- Cena ligera y con antelación: al menos una hora antes de acostarte.
- Reduce alcohol, cafeína y tabaco, sobre todo en la tarde-noche.
- Haz ejercicio regularmente, pero no justo antes de dormir.
- Crea un ritual de sueño: luces bajas, pijama cómodo, ambiente silencioso y temperatura agradable.
Medicamentos para el insomnio: precauciones
La medicación para dormir debe ser siempre prescrita y supervisada por un profesional sanitario.
Puede ser útil en casos concretos y por tiempo limitado, combinada con un tratamiento psicológico que ayude a recuperar el hábito natural de dormir.
Nunca se recomienda la automedicación para tratar el insomnio.
Conclusión
El insomnio es más que “no poder dormir”: es un trastorno que puede afectar seriamente la salud física, emocional y social. Identificar sus síntomas y aplicar hábitos saludables es clave para prevenir y tratar este problema.
Si el insomnio persiste, busca ayuda profesional: un enfoque combinado entre psicología y, si es necesario, tratamiento médico, ofrece los mejores resultados para recuperar un sueño reparador.

