Está a punto de llegar el veranito y, en muchas ocasiones, eso es sinónimo de vacaciones, planes y noches más largas. Lo cierto es que también es un buen momento para que podamos instaurar hábitos de autocuidado que en el día a día pasamos por alto y que son muy importantes. Por eso, en este artículo quiero hablaros de dichos hábitos, explicando lo qué son, cuáles son sus beneficios, qué tipos existen y cómo instaurarlos en nuestras rutinas. ¡¡¡Vamos a por ello!!!
¿Qué son hábitos saludables?
Por definición, los hábitos de autocuidado tienen que ver con cuidar de nosotros mismos. Instaurar hábitos de autocuidado es esencial para mantener el equilibrio. Los hábitos de autocuidado son el conjunto de acciones que se llevan a cabo para cuidar la salud mental, física y emocional.
El autocuidado es una opción que solo tú puedes decidir llevar a cabo. Nadie puede hacerlo por ti. Eres el responsable de este bienestar.
Beneficios de los hábitos saludables
Los hábitos de autocuidado proporcionan varios beneficios que una vez conozcas vas a querer tener no solo en verano, si no espero que en tu día a día:
- Conocerte más y mejor a ti mismo
- Mejora de la toma de decisiones sobre tus propias necesidades
- Mejora de tu autoestima
- Mayor conexión con tus emociones lo que beneficia a tu gestión emocional
- Poner límites.
Tipos de hábitos saludables de autocuidado
A continuación os presento una pequeña recopilación de diferentes hábitos de autocuidado para este verano.
Hábitos de autocuidado cognitivo
Nuestro diálogo interno y nuestra forma de tratarnos es fundamental. Tenemos que priorizar trabajar en este autocuidado, mejorar la manera en la que nos hablamos a nosotros mismos y cuidar nuestros pensamientos. La forma en la que interpretamos las cosas tiene un peso fundamental en cómo nos sentimos. Herramientas para mejorarlo:
- Leer un libro
- Ver películas pendientes
- Escuchar podcast interesantes
- Poner en marcha la creatividad: escribir, dibujar, pintar…
- Aprender a hacer cosas nuevas
- Estudiar un curso sobre algo desconocido.
Hábitos de autocuidado emocional
La esencia de un buen autocuidado se encuentra en esta capacidad de introspección. Trabajando este tipo de hábitos de autocuidado podemos hacer de las emociones nuestras mejores amigas del día a día. La forma para conseguirlo es:
- Dejar los juicios de lado
- Aceptar tus emociones y aprender de ellas
- Darte la oportunidad de cuidar de ti.
Hábitos de autocuidado social
Somos seres sociales y, como tal, esta parte de nosotros no la podemos descuidar. Debemos rodearnos de aquellas personas que nos aporten. No se trata de hacer planes con gente por hacer si no de compartir aquellas cosas que queremos hacer con las personas que mejor nos vayan a acompañar.
Es muy importante destacar que dentro de estos hábitos incluimos la importancia de saber pedir ayuda cuando la necesitamos, de saber escuchar, dar y recibir afecto y practicar la responsabilidad afectiva.
Hábitos de autocuidado físico
Estos hábitos de autocuidado se basan en darle a tu cuerpo lo que necesita en cada momento y respetando sus tiempos. En nuestro día a día solemos estar bajo la presión del estrés y esto tiene consecuencias directas sobre nuestra salud física. Es importante que cuando no estamos sometidas a altos niveles de estrés regulemos ese cuidado que a veces queda en el olvido. La forma de hacerlo es:
- Darnos descansos necesarios y practicar la atención plena
- Llevar a cabo una buena higiene del sueño. Dar al descanso la importancia que tiene en nuestro bienestar.
- Cuida tu alimentación. No todo vale ya que no todo nos sienta de la misma manera.
- Realizar ejercicio físico. El verano es una época en la que salir a caminar, correr al aire libre.
¿Cómo instaurar los hábitos saludables en nuestra vida?
Es muy importante tener en cuenta que los hábitos de autocuidado deben estar adaptados a nuestras necesidades. No tienes que abordar todo de una vez si no poco a poco instaurar aquellos hábitos con los que mejor te vayas sintiendo.
Es importante que a la hora de poner en práctica nuevos hábitos tengas en cuenta algunas recomendaciones:
- Los nuevos hábitos de autocuidado cuanto más adaptados estén a ti más reales y fáciles de conseguir serán.
- Saber qué es lo que quieres conseguir y desde dónde partes.
- No intentes controlar todo, no se puede y no pasa nada.
- Constancia. Quizá algunos de los objetivos de tu autocuidado necesitan un periodo donde los resultados no son inmediatos.
- Fallar es aceptado. Puede que no salga como queremos a la primera, no pasa nada.
Este verano es el momento perfecto para poner en práctica tu propio autocuidado… ¡¡¡VAMOS A POR ELLO!!!

